La chica del elevador: Carta III

Querido Andrés:

            Esta será mi última carta. Sí, haz leído bien.  No volveré a escribirte. Veras, Andrés, he encontrado al amor de mi vida. Por fin encontré esa persona que es exactamente como siempre quise y esta vez no he tenido que crearla. Esta vez, Andrés, esta vez es real. Y no solo eso, es que es capaz de verme y de gustarle lo que ve. Si vieras sus ojos, Andrés. Son tan azules que ya no me hace falta mirar el cielo. Y ni te cuento como es su sonrisa. Solo te digo que me enamora cada día. Andrés, a él no quiero cambiarlo. A él no quiero crearle historias porque cada día él hace realidad cada historia que me había creado y hasta las que ni se me habían ocurrido. Ahora, Andrés, mi pasatiempo favorito es contar sus lunares.  Con él no estoy pendiente de quien anda en su cama porque la única en ella soy yo. Andrés, ya no necesito imaginarme que me susurran te amo al oído porque él lo hace sin tener que pedírselo. Si vieras, Andrés, como me hacer reír. Como me empuja a hacer cosas que siempre he querido y he tenido miedo. Sus besos despiertan cada uno de mis nervios y mi corazón late a su ritmo. Que te digo, Andrés.  Estoy enamorada, completa e irrevocablemente enamorada.  Y la verdad lo único que quería decirte es, que de ti nunca lo estuve. Que no existes, Andrés. Que de ti ya no queda más que la historia que me cree en mi cabeza. Y al final, me he ido a vivir mi propia historia.


            Con amor,
La chica del elevador



Post Data. Apartamento 5b 

¿Enserio, Universo?

El día está nublado, una brisa ligera se desliza por la Parque de las Palomas. En una de la mesas un chica de pelo rojizo y piel clara mueve su pie casi al mismo son que la brisa. Va vestida con un traje de puntos color rojo y blanco, converse negros y gafas “Rayban”.  En su mano derecha tiene un café bien cargado, mientras que con la izquierda sostiene un libro. Aunque la verdad se le está haciendo difícil poder leerlo. De vez en cuando levanta la vista, mira a su alrededor sin encontrar lo que anda buscando. En su frente se forman arrugas que el simple observador atribuirá al libro que está leyendo, cuando en realidad son producto de la espera.  La chica pone el libro en la mesa, se quita las gafas y vuelve a mirar a su alrededor. Sus ojos, color azul, tienen algunas arrugas producto de tanto reír. Aunque en este momento parezcan triste. Se pone las gafas, vuelve a tomar el libro e intenta por fin entender que es lo que lee. No logra concentrarse, esta vez pone el café en la mesa, vuelve a quitarse las gafas y mira alrededor. Se forman más arrugas en la frente y una que otra en los labios. La chica se vuelve a poner las gafas, toma su café – ya vacío –, se pone el libro debajo del brazo y se dirige hacia el zafacón más cercano. Allí vuelve a mirar a su alrededor, no encuentra nada. Deposita el vaso en el zafacón y camina hacia su apartamento.  Por la entrada sur del parque un chico se acerca casi corriendo, se detiene y mira a su alrededor. Por el norte la chica desaparece detrás de un edificio. El chico se acerca a la mesa donde está sentada la chica, encima descansa una margarita. El chico la toma y se sienta. “He llegado tarde”, piensa. Mientras que la chica se asoma por el mismo edificio donde desapareció. Ha dejado su bolso en una de las sillas…


NOTA: El titulo de este escrito ha sido producto de las miles de conversaciones con una de mis mejores amigas. El credito es todo suyo, por supuesto. 

Enamorarme de ti.


Haberme enamorado de ti ha sido cambiar todas mis ideas. Es no querer perderme ningún amanecer ni atardecer porque me recuerdan a ti. Haberme enamorado de ti es querer que cada llamada sea tuya. Es levantarme y que seas en lo primero que piense. Haberme enamorado de ti ha sido tener expectativas aunque nunca haya creído en ellas. Es mirarte y encontrarte mil defectos, y aun así, en la noche, no poder dejar de pensar en ti. Es tener el color de tus ojos grabado en mi memoria y que tu sonrisa sea mi recuerdo favorito. Haberme enamorado de ti me ha convertido en alguien más liviana.  Es no poder escuchar mi canción favorita sin pensar en ti.  Haberme enamorado de ti ha hecho que mis días parezcan más cortos y mis noches más largas. Es querer verte a cada rato. Es que mi nuevo pasatiempo sea contar cada uno de tus lunares. Haberme enamorado de ti  ha sido mirarte a los ojos y encontrarme en ellos. Oh, y como me gusta lo que veo en ellos. Como me veo en ellos. Enamorarme de ti ha sido que tu risa sea mi sonido favorito. Que el verde/marrón de tus ojos sea mi color favorito. Ha sido que mi día no esté completo hasta saber de ti. Haberme enamorado de ti ha sido saber, por primera vez, que es tener el corazón roto.