Nueva York en Agosto.


Dos amigas se despiden de quien las ha llevado al aeropuerto. Una de ellas con mas entusiasmo que la otra, después de todo fue su novio quien las llevo. Con maleta en mano se dirigen al terminal asignado. Mira si están tan emocionadas que olvidan pasar por aduanas pero, que importa pronto estarán en Nueva York.  Se repiten continuamente “¡Lo estamos haciendo!”. Les parece imposible que estén apunto de viajar juntas. Una de ellas, hace unos días atrás, le comentaba a la otra como si saber donde cada una vivía o el nombre de los padres de la otra iban a viajar juntas. La otra tras pensarlo mucho le dijo las siguientes palabras: “Estuve pensando en lo que dijiste y ¿sabes que? Existen tres clases de personas en la vida: la primera es aquella que sabemos de ellos cosas como donde viven, como se llaman sus padres o a que universidad fueron. La segunda, aquellas que sabemos cuales son sus sueños, sus miedos, que les apasiona, a la cual llamamos a contarles  lo que nos pasa por que sabemos que no nos juzgara. La tercera es una combinación de ambas. Tu y yo somos las segunda, quizás no sepa donde vives o como se llaman tus padres pero, sé que compartes mis ideas, que me escuchas sin juzgar y conoces partes de mi que nadie mas sabe y eso es lo importante.”  Es conversación vuelve a sus cabezas cuando están esperando para entrar al avión. Ya sentadas en sus asientos, no una al lado de la otra desgraciadamente, esperan ansiosamente sentir al avión dirigirse a su destino. Y aunque una de ellas ya ha visitado la ciudad, no deja de sorprender como aun se emociona con solo pensar que estará en ella en tan solo unas horas. Le parece que lo esta visitando por primera vez y de cierta manera lo es. Pasadas las horas, entre películas, música y una que otra siesta. Al fin se escucha decir que en pocos minutos aterrizaran en Nueva York. Desde sus asientos, ambas, pueden verlo hacerse mas grande. Y sin tener que preguntar se sabe que están teniendo el mismo sentimiento, quizás con una leve variación de intensidad. Ya en la salida mientras esperan a quien las va a buscar no se imaginan que desde ese día ese viaje estará en sus mentes para siempre. Casi, casi como si hicieran historia.  

Continuara... 

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