- “A veces me pasa que miro una fotografÃa mÃa y no logro reconocerme a mÃ
misma. Sabes, es como si una extraña me mirara desde allÃ. Una extraña más
feliz, más completa, con menos cargas. En fin, otra persona,” cuenta Laura a su
amiga, mientras le da una calada a su cigarrillo. HabÃa intentado dejarlo, pero
al igual que el amor se le hacÃa imposible.
- “Es una extraña manera de verte a ti misma,” contesta Celeste
frunciendo el ceño en dirección del cigarrillo. A Celeste nunca le habÃa gustado
el mal hábito de Laura de fumar. Ahora, a Celeste nunca la habÃan roto el corazón.
Entonces, ¿Por qué habrÃa de entenderlo? Se preguntó Laura.
- “Ese es el problema, Celeste. Que no logro verme. Es tanta la
diferencia entre esa de la foto y la persona que soy ahora que es como si fuéramos
dos personas totalmente distintas,” le devolvió Laura.
- “Yo creo que a todos nos ha pasado eso en algún momento, Laura. A mÃ,
por ejemplo, me pasa que me encuentro haciendo cosas que nunca pensé que harÃa.
Y es difÃcil, sabes, conciliar la persona que fuimos, somos y queremos ser. Yo
creo que reconocerse a sà misma es tener un balance entre esas tres personas,”
contesto Celeste. Laura, por su parte, se dedicó a mirarla. HabÃa una cierta
tristeza en sus ojos. Tomo otro cigarrillo de su bolso, lo encendió y volvió a
mirar a Celeste. Quizás estaba equivocada, quizás Celeste entendÃa mucho más de
lo que Laura pensaba. Dio una calada a su cigarrillo y se lo extendió a
Celeste. Esta lo miro, una batalla interna y luego lo tomo y le dio una calada.
Si, al parecer el amor se vuelve un mal habito para todos.