Monólogo Interno: Parte X


*un suspiro* Si, solo uno. Más de uno sería demasiado egoísta. Hoy por primera vez les voy a hablar del amor. Si, se lo que están pensando, que mi blog está lleno de escritos sobre el amor, y es cierto. La cosa es que yo escribo sobre el amor, creo historias de amor, pero nunca hablo del amor. De lo que en realidad es el amor o al menos en lo que nosotros lo hemos convertido. ¿Cuándo fue que lo convertimos en nuestra excusa? He perdido la cuenta de cuantas veces he escucha a alguien decir: “Es que no quiero que termine porque aun lo amo”. Como si el que aun amaras a una persona cambiara todo lo malo que hay en la relación.  Sé que sueno un poco fatalista, pero es la verdad. Lo más difícil que he tenido que aprender es que en ocasiones el amor no es suficiente.  Tenemos las respuestas a nuestras preguntas justo al frente de nosotros, pero no queremos verlas. ¿Porque es tan difícil dejar ir algo que no está funcionando? Entendería que fuera difícil dejar ir algo que aún está “bien”, pero al parecer duele más dejar ir aquello que no funciona.  No estoy juzgando a nadie, yo también he pasado por esto. Para mí también ha sido difícil dejar ir algo que no funciona, es más, algo que sé que no es lo que quiero.  Por lo mismo no puedo dejar de preguntarme, ¿por qué? ¿Por qué no quedamos cuando sabemos que algo no está funcionando? ¿Por qué aguantamos y alargamos la tortura? Muchos responden con la palabra amor. Pues yo creo que no es amor, que es más orgullo. Que es más el miedo a quedarse solo. El miedo a no volver a encontrar el amor de nuevo. Que razones más estúpidas, ¿verdad? Cuantas veces no las he dado para luego sentirme como una idiota. Porque la verdad si lo piensan bien son razones sin sentido. Porque como le dije a una amiga yo prefiero pasarme toda la vida buscando aquello que quiero y quedarme sola, que quedarme con alguien que me hace sentir igualmente sola. Tenemos que dejar a un lado esas ideas románticas que allá fuera existe un amor perfecto, no lo hay.  El amor no es perfecto, y me alegro que no lo sea porque yo no lo soy. El amor es imperfecto. Es amar a esa persona a pesar de sus imperfecciones. Es pelear con esa persona  y que nunca te pase por la cabeza dejarla, a la misma vez que sabes que ella tampoco te dejara ir. Pero también es saber cuándo dejar ir. Cuando ha sido suficiente. El amor es dar, pero también recibir a cambio. Es nunca pensar que estas pidiendo demasiado. El amor es difícil, complicado y en ocasiones molesto. Pero nunca es masoquista, ni tortura y mucho menos es angustia.  Así que, ¿porque no me empeñamos en hacerlo más difícil de lo que ya es? Ojala ese fuera el único problema, pero no nos conformamos con hacerlo más complicado, con no dejarlo ir cuando debemos o hacerlo nuestra excusa,  no. Queremos más. Así que, cuando ya lo hemos dejado ir nos pasamos días y semanas, hasta meses, pensando en ello. Repasando todas las cosas que hemos hecho. Dudando si fue la decisión correcta. Siendo ilógicos echándonos culpas que no son nuestras. Torturándonos con los malditos que hubiera sido. *otro suspiro* Que complicado, ¿no? Que complicados somos. Que mucho complicamos las cosas. Bueno, pero que se yo de todo esto. Después de todo he escrito todo esto y lo pienso, pero a la hora de la verdad hago todo esto y más. Supongo que con el amor todo sentido se va por la ventana. 

1 comment

  1. jajajajajajaja me encanta tu autorevelación al finalllll*

    ReplyDelete