Querido
Universo:
He querido, ya desde hace algún
tiempo, poder seguir contándote mi historia. La cuestión es que se me hace
imposible contártela, contarte mis momentos felices sin que lleguen a mi mente
los momentos tristes. Veras universo, ese del que comencé a hablarte, ese de
ojos verdes y sonrisa traviesa, resulto ser el amor de mi vida. O por lo menos,
resulto ser mi primer amor. Y tú, que me conoces tan bien, sabes que a mà eso
de enamorarme no se me hace fácil, pero con él fue casi casi como respirar. Ay
universo, que feo se siente tener la certeza de que esa persona es la indicada,
que al fin has podido encontrar a la persona que te hace ser sin mucho esfuerzo
y que ella no lo note. Cada vez que
estoy con él siento este “feeling” de estar con la persona correcta, en el
momento correcto. Como quiero gritarle, “¿es que no ves? Lo perfecto que somos
el uno para el otro.” Universo, él puede verme como nadie más lo hace y a la
misma vez siento que no puede ver nada en absoluto. DesearÃa poder sacarme toda
nuestra historia del sistema. Sacármela y regalártela para asà no tener que
vivir con ella cada dÃa de mi vida. DesearÃa
darte cada una de mis memorias, hasta las más bonitas para asà no tener que pensar
más en él. ¿Te recuerdas de aquella muchacha ingenua que te decÃa que solo querÃa
enamorarse aunque le rompiera el corazón? Pues no creo que supiera mucho de lo
que estaba pidiendo. Supongo que es cierto es de que se debe tener cuidado con
lo que se pide al universo. Cuanto desearÃa que no me hubieses escuchado…supongo
que eso son de las cosas que no se cumplen. Ojala y algún dÃa pueda terminarte
mi historia, mientras tanto, ya no escuches más lo que digo. Claramente aún no
se lo que digo.
Con todo y nada,
Julia
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