Cariño, te
cuento que me he dado cuenta que tengo opciones. Si, cariño, opciones. Rojo,
anaranjado, negro. Norte, sur, este y oeste. Hablar inglés, español y un poco
de francés. Un tren a 14 Street, Madrid, Barcelona o San Juan. Comida francesa,
italiana y alemana también. Opciones, cariño. Azul, amarillo y hasta blanco.
Tomar el tren o ir andando. Despertarme a las seis, nueve y las once también. Sí,
no, quizás. Hola, hasta luego, nos vemos pronto. Opciones. Frio, caliente o
tibio. Con luz o sin luz. Verde, purpura o marrón. Faldas cortas, largas o si
quiero vaqueros ajustados. Pelo suelto, recogido, peinado o despeinado. En
realidad no importa porque tengo opciones, cariño. Opciones. Mañana, tarde o
noche. Con música o sin música. Descalza o con zapatos. Con los ojos cerrados o
abiertos. Alto, bajo. Con pasión o sin ella. Cariño, opciones. Miles de ellas. Es más,
millones de ellas. Y pasa, cariño, pasa que ninguna de ellas eres tú.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments