Ayer mientras trazaba los lunares de tu espalda pensaba en cómo fue que
me fui a enamorar de ti. No fue algo difÃcil, la verdad. Tu risa contagiosa. Y
esas aventuras que solo se te ocurren a ti y terminan siendo inolvidables. Tu manÃa
de hablar inglés cuando quieres que sepa que hablas enserio. La certeza de que
siempre puedo contar con tu calor en los dÃas de invierno. Y tus ronquidos
también, para que mentir. Esa molesta manÃa de convertir todo en una broma,
como mecanismo de defensa claro. Tratando de esconder como en realidad te
sientes. ¡Que par! Tu escondiendo como te sientes y yo gritándolo a los cuatro
vientos. Nos complementamos, amor, no hay duda de eso. Ni siquiera en los dÃas más obscuros cuando
nuestros peores defectos salen a la luz. Cuando nos cuesta querernos hasta a
nosotros mismos. Es en esos dÃas cuando se hace más claro que somos el uno para
el otro. Quizás no en todos los
aspectos, pero al menos en los que más cuentan.
Amor, nunca he sido de letras, más bien de sentidos. De pasiones. De
certezas. De no decirte y sino enseñarte
lo que me haces sentir.
Con amor,
Marimar
"...más bien de sentidos. De pasiones. De certezas. De no decirte y sino enseñarte lo que me haces sentir". Uffff pero que final, y es a que veces las palabras solo logran complicarnos más. Me encantó -Shir-
ReplyDelete