Un día de esos.


Han tenido alguna vez uno de esos días,  de esos en los que nada particularmente malo ha pasado pero aún así te sientes triste.   Es como si la tristeza de todo un año se acumulara en un solo día. Y hasta las cosas más insignificantes te hacen llorar. Es más, te pasas todo el día con esa sensación de estar a punto de llorar. Con un nudo constante en la garganta. Te sientes como si cargaras el peso del mundo sobre tus hombros. Y al final del día llegas a tu casa, apartamento o cuarto y te tumbas en la cama, con unas ganas inmensas de quedarte en ella por lo menos un semana. Cuando de pronto algo se alinea y la cosas cambian. Con una llamada que te hace sonreír, con el mensaje de alguien diciéndote que importas, con la risa de alguien que amas al otro lado del teléfono o con la memoria de un bueno recuerdo. Tenia una amiga que siempre me decía: “Piensa en las cosas bonitas cuando en un día como hoy te pasen cosas malas” que mucha razón tenia. Así que, a ti que me estas leyendo cuando te pesen lo días y la angustia llene tus días piensa en la cosas bonitas. Créeme, siempre existe algo que nos hace sonreír. Para mi fue una llamada y ¿para ti?

2 comments

  1. Esa es la descripción exacta de lo que va de mi semana. Ya me puse a pensar...

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  2. No sé porque no lo había visto antes...

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