Queridos
lectores:
Para aquellos que no lo sepan
hace una semana volví a viajar a New York. Los que leen mi blog saben de mi
amor/obsesión por esta ciudad. Pues les cuento que esta vez fue totalmente
distinto. No me malentiendan, New York sigue siendo mi ciudad favorita, solo
que esta vez me hizo sentir sentimientos totalmente distintos a los que
usualmente me hace sentir. Tristeza y soledad. Andaba yo en el tren de camino a
Soho cuando me invadió este sentimiento de soledad. Estas ganas de querer
compartir lo que estaba por ver con alguien más. Se imaginaran mi sorpresa, la ciudad que
tanto me había hecho sentir me estaba haciendo llorar. Allí en el tren me di
cuenta que estar en la ciudad no era lo que me hacía sentir bien, sino, estar
en la ciudad con alguien a quien quiero. Era poder voltearme y decirle a quien
estuviera a mi lado “esta es la razón por la cual amo New York.” Era poder voltearme y sonreírle a quien
anduviera conmigo porque estábamos viendo historia. Y no, eso no quiere decir
que no tuviera momentos como ese, los tuve. Solo que también tuve momentos en
los que quise compartirlos con alguien más y estaba sola. Ir a New York esta
ultima vez me hizo darme cuenta que quizás no soy tan buena en eso de estar
sola. Mientras cenaba con una amiga le contaba cómo era la primera vez que
tenía ganas de volver, como era la primera vez que no quería alargar mi estadía
en mi ciudad favorita. A lo que ella me
contesto que quizás era porque ya no tenía a nadie que me retuviera allí y yo
le conteste que no era eso, que era que ahora tenía a alguien que me retenía
aquí. Nunca pensé que eso sucedería.
Nunca pensé que llegaría el momento en que preferiría estar aquí a estar en New
York, pero así fue. New York esta ultima
vez me mostro de lo que me estaba perdiendo, me mostro lo que estaba dejando atrás.
Y así fue como en el tren C tome la decisión que no volvería a visitarlo, al
menos hasta que si es posible fuera a vivir allá. Prefiero tenerlo en mi
memoria como lo recuerdo ahora, tener presente siempre la manera que me hace
sentir. Así que le digo adiós, esperando poder llamar algún día a mi ciudad
favorita mi hogar. Gracias por acompañarme
en esta travesía. Espero poder contarles una nueva pronto.
Una última vez,
Zitmarie
No comments