Una noche, sí, mágica


La noche esta mucho más fría que en mi país. Las calles mucho más llenas. Es diciembre, así que casi todo tiene adornos de navidad. Parece algo irreal que este caminando estas calles contigo. Cuando siempre pensé que sería solo una historia no contada en mi cabeza.  Me siento más liviana, más real. Levanto el rostro y cierro los ojos, sin poder evitar sonreír, sin poder evitar sentirme libre. Caminamos las calles de mi ciudad favorita, tomados de la mano como si no tuviéramos un solo problema en el mundo. Nos perdemos. No importa.  Estoy segura que nuestras risas se escuchan por toda la ciudad. Y quisiera quedarme justo en este momento. Detenerlo y nunca dejarlo ir. Me conformo con gravarlo en mi memoria para siempre. Esa noche de diciembre, esa perfecta noche. El gran árbol en la calle 50, un primer recuerdo. Y las calles ya conocidas toman otro sentido y ya no se ven igual.  Y se crean en mi cabeza miles de historias que podrían ser la continuación de esta noche.  Y por un momento parece que solo somos tú y yo. Quizás por una noche.  Y pienso que pensaran las personas cuando nos ven. Se darán cuenta de que estamos creando recuerdos. Nos verán igual de felices de cómo nos sentimos. Que no somos sino que queremos ser. Por esa noche no existen dificultades, ni distancias, ni verdades a medias, somos tú y yo. Por esa noche soy otra persona y tú también lo eres. Y no puedo evitar pensar si durará.  O si mañana volveremos a ser las mismas personas de siempre. Solo sé que pueden pasar años y todavía recordaré aquella noche en que recorrimos la ciudad de la mano y por un momento creímos que duraría. Sí, ciertamente una noche mágica.

2 comments