Isabel se
detiene a tomar un respiro, se quita los zapatos y se dispone a subir los
cuatro pisos para llegar a su apartamento. Libros en una mano, zapatos en la
otra y su mochila en la espalda. DÃas en los que tiene que subir los cuatro
pisos con un revolú de cosas le parece que carga el peso del mundo en sus
hombros. Suspira. Un escalón, y recuerda la sonrisa de Julián. Dos escalones,
recuerda su voz. Tres escalones, recuerda su mirada. Ya para cuando ha subido
el primer piso ha pasado por su cabeza la pelÃcula completa. Solo tres pisos más.
Tres pisos de recuerdos, de palabras pronunciadas y no pronunciadas también. De
segundas oportunidades. De pena, risa, lagrimas, Benedetti y Neruda también. Es
extraño como su historia no la ha medido el tiempo si no los poetas y
escritores de sus vidas. Benedetti ese primer dÃa, Neruda unas semanas después,
Poe cuando tres meses habÃan pasado, Twain a mitad del año y al final volvemos
a Benedetti con sus puentes como liebres. Solo dos pisos más. Dos pisos de una
historia dejada a medias. De decisiones difÃciles. De demasiada realidad y poca
magia. Solo un piso más. El peor. El más difÃcil de subir. El que siempre la engaña
haciéndole pensar que ha llegado cuando aun le faltan por subir 18 escalones más.
Recuerda haberle roto el corazón. Recuerda los noches de sueño perdido. Seis
escalones, recuerda su voz leyendo a Benedetti. Cinco escalones, recuerda sus
correos a mitad de la noche con un simple: Te extraño. Cuatro escalones,
recuerda los planes dejados a media. Tres escalones, recuerda las palabras
espero que nunca seas feliz. Dos escalones, recuerda una despedida. Un escalón,
recuerda el vacÃo. Isabel llega la puerta y allÃ, esperándola, Julián con una
vieja copia de Benedetti en las manos. En el mismo momento que sus miradas se
encuentran la puerta de su apartamento se abre y Marcos aparece. Julián y
Marcos. Juntos. ¡Joder!
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jajajaj tremendo twist al finalll!! Me gusta mucho!! <3
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