Monólogo interno: Parte IX


Imagínate obtener todo aquello que siempre has deseado. El carro, la casa, poder viajar por el mundo, el empleo deseado, que la persona que amas te amé devuelta, cualquier cosa que desees. No tienes que tan solo pensarla y ya la tienes. ¿Te lo imaginaste? Se siente bien, ¿verdad? ¿Pone una sonrisa en tu rostro? Bien. Ahora imagínate que pierdas todos eso, puff, de repente ya no tienes nada. O peor aún que eso que siempre querías tener resulte no ser lo que pensabas, resulte ser que no te llena o que no te hace sentir como pensabas. Y ahora, ¿cómo te sientes? Se fue la sonrisa, ¿verdad? Ustedes se preguntaran a donde voy con todo esto. Les parece hasta cruel de mi parte. Apuesto que tienen la frente fruncida preguntándose que demonios hacen leyendo esto. Pues la verdad hice todo este ejercicio porque a veces deseamos cosas sin saber mucho de ellas, sin saber si en realidad no harán felices. Las deseamos porque otras personas las tiene, o porque es lo último de la moda, o porque todo el mundo lo está haciendo, quizás hasta porque nos dan un cierto sentido de seguridad.  Lo que pasa con desear cosas de la cuales no sabemos mucho es que, usualmente cuando por fin las tenemos no nos hacen felices y lo peor ya no podemos devolverlas. Por ejemplo, deseamos con todas nuestras fuerzas que esa persona de la cual llevamos años enamorada se enamore de nosotros. Sin pensar que no sabemos absolutamente nada de ella. ¿Cómo puede uno estar enamorado de alguien que no conoce? Y entonces, casi como un milagro, esa persona por fin se fija en ti. Es más, hasta podemos decir que se enamora de ti y tu, entonces, te das cuenta que después de todo no era lo que querías. No suena justo, ¿verdad? Pareciera que es una broma del destino, otorgarte lo que quieres para más tarde arrebatártelo o jugarte semejante pasada, pero, ¿en realidad es culpa del destino? ¿O de nosotros?  Por querer cosas sin conocer muy bien eso que queremos. George Bernard Shaw escribió: Hay dos tragedias en la vida. Una es perder lo que tu corazón más desea y la otra, conseguirlo. Yo creo que tenía razón. Yo creo que ambas van de la mano. Que el universo no te otorga aquello que más deseas sin alguna condición por el lado y es ahí cuando se convierte en una tragedia. 

No comments