Imagínate
obtener todo aquello que siempre has deseado. El carro, la casa, poder viajar
por el mundo, el empleo deseado, que la persona que amas te amé devuelta,
cualquier cosa que desees. No tienes que tan solo pensarla y ya la tienes. ¿Te
lo imaginaste? Se siente bien, ¿verdad? ¿Pone una sonrisa en tu rostro? Bien.
Ahora imagínate que pierdas todos eso, puff, de repente ya no tienes nada. O
peor aún que eso que siempre querías tener resulte no ser lo que pensabas,
resulte ser que no te llena o que no te hace sentir como pensabas. Y ahora, ¿cómo
te sientes? Se fue la sonrisa, ¿verdad? Ustedes se preguntaran a donde voy con
todo esto. Les parece hasta cruel de mi parte. Apuesto que tienen la frente
fruncida preguntándose que demonios hacen leyendo esto. Pues la verdad hice
todo este ejercicio porque a veces deseamos cosas sin saber mucho de ellas, sin
saber si en realidad no harán felices. Las deseamos porque otras personas las
tiene, o porque es lo último de la moda, o porque todo el mundo lo está
haciendo, quizás hasta porque nos dan un cierto sentido de seguridad. Lo que pasa con desear cosas de la cuales no
sabemos mucho es que, usualmente cuando por fin las tenemos no nos hacen
felices y lo peor ya no podemos devolverlas. Por ejemplo, deseamos con todas
nuestras fuerzas que esa persona de la cual llevamos años enamorada se enamore
de nosotros. Sin pensar que no sabemos absolutamente nada de ella. ¿Cómo puede
uno estar enamorado de alguien que no conoce? Y entonces, casi como un milagro,
esa persona por fin se fija en ti. Es más, hasta podemos decir que se enamora
de ti y tu, entonces, te das cuenta que después de todo no era lo que querías. No
suena justo, ¿verdad? Pareciera que es una broma del destino, otorgarte lo que
quieres para más tarde arrebatártelo o jugarte semejante pasada, pero, ¿en
realidad es culpa del destino? ¿O de nosotros? Por querer cosas sin conocer muy bien eso que
queremos. George Bernard Shaw escribió: Hay dos tragedias en la vida. Una es
perder lo que tu corazón más desea y la otra, conseguirlo. Yo creo que tenía razón.
Yo creo que ambas van de la mano. Que el universo no te otorga aquello que más
deseas sin alguna condición por el lado y es ahí cuando se convierte en una
tragedia.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments