Y el reloj corrió más lento, literalmente.

Alguna vez han sentido la necesidad imperiosa de no hacer nada en todo el día. De simplemente quedarte en la cama y comer comida chatarra. Y no estoy hablando de los domingos, que es cuando normalmente “descansamos”, y pongo descansamos entre comillas porque la realidad es que nunca descansamos. Los domingos usualmente limpiamos y alguna parte de él lo usamos para descansar. Pero no es de esto de lo que estoy hablando, si no de sacar un día en medio de la semana y hacer absolutamente nada. Bueno, pues eso fue lo que hice hoy. No fui a ninguna de mis clases, y estuve en mi cama hasta las dos poniéndome al día con mis series favoritas.  Y lo curioso es que la gente no está acostumbra a que hagamos esto. Recibí múltiples mensajes de amigos preguntándome si me encontraba bien o estaba enferma y cuando les contestaba que no, que solo quería un día libre para relajarme nadie me entendió o me preguntaban para que. Realmente pensaron que me pasaba algo y lo estaba ocultando, cuando la realidad es que simplemente no quería hacer nada hoy. Quise por un día disfrutar de esté sin el ajetreo que siempre trae.  Quise poder levantarme a las 11 y estar en la cama hasta las 2 porque simplemente quería hacerlo. Quise no querer cocinar y solo comer comida no saludable. Quise estar todo el día viendo televisión y haciéndole cambios a mi blog. Quise hacer con mi día lo que me diera la gana (perdonen la expresión). Quise por primera vez en mucho tiempo no planear mi día y levantarme sin la menor idea de lo que iba a hacer. El tiempo va tan deprisa y hacemos tantas cosas a la vez que ya no disfrutamos de nuestro día.  Así que mientras puedo saco de vez en cuando un día para hacer absolutamente nada.  Se puede decir que esto me mantiene cuerda en el caos que se ha convertido nuestras vidas. Y quizás no lo entiendan, quizás piensen que estoy loca por desperdiciar un día entero pero saben que les digo, ustedes se lo pierden porque no hay nada en el mundo como hacer absolutamente nada en todo el día. ¿Y saben lo que descubrí?  Que cuando pones los frenos y decides tomar las cosas con más calma y alivianar la carga, el tiempo realmente no corre tan deprisa. Es bueno a veces simplemente hacer la cosas porque queremos, sin la necesidad de tener un excusa.

1 comment

  1. Yo vengo diciendo esto desde agosto y siempre hay algo que me hala para ir a trabajar...pero tienes razón hay que sacar ese tiempo para detener el reloj...:)

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